Oído cuadrilla.
Este Martes Santo será un Martes Santo especial, inolvidable diría yo por dos motivos. El primero de ellos porque un año mas seremos los pies de Nuestra Bendita Madre María de los Dolores, todo un orgullo, y el segundo porque estamos de enhorabuena pues esta cuadrilla cumple 20 años de existencia, parece mentira.
El Martes Santo 6 de abril de 1993, tiempos muy convulsos en lo que a la Semana Santa y el mundo de las cuadrillas se refiere, la propia Virgen de los Dolores golpeo el llamador y a la llamá acudieron chavales procedentes de la cuadrilla de la Oración del Huerto bajo su propia responsabilidad, con el inconveniente de que un día antes habían sido los pies de su Titular , reforzados por chavales procedentes de otras cuadrillas, cuanto amor a la Madre Dios mío. Aun recuerdo aquellas caras de críos, algunos sin pelos en la barba, pero llenos de ilusión y de devoción y con eso bastaba. Era Hermano Mayor D. Antonio Valencia, al cual nunca dejaremos de agradecerle su difícil apuesta y Capataz D. Juan Luis Díaz auxiliado por D. Jesús Terán q.e.p.d
Al realizar la primera levanta y avanzar hacia el pórtico de la Iglesia las sensaciones nos embargaban, pues jamás habíamos tenido la oportunidad de notar sobre nuestra cérvix la mecida de un Palio y de que Palio Dios mío, el de la Dolorosa mas guapa y de mas devoción de Tarifa, que orgullo. Discurría en sus inicios la Procesión por las encrucijadas calles de Tarifa, aquellas que se van estrechando como si de un embudo se tratase, aquellas que enmudecían los acordes de la música incluso de una simple palillera. Pero era una noche especial, la emoción, los rezos, los lloros hacían que la columna vertebral no rindiese, que los zancos flotasen y que las flores oliesen mas que nunca y de todas ellas una, la Reina, que a pesar de llevar la pena de su hijo clavado en la Cruz, se le veía que desbordaba felicidad, tanto es así, que incluso al igual que Moisés abrió las aguas del Mar Muerto, Ella abrió la esquina de Rico y mando a que sonase la música y no una cualquiera si no la marcha Campanilleros. Aquello fue un verdadero milagro sin vuelta atrás, nunca olvidaremos aquella noche soñada en la que el cuello quedo pegado en la trabajadera de por vida, y no por la sangre y el sudor que sin duda lo había, si no por el Amor de Madre que Ella despertó en nosotros.
Pero eso es pasado, pues los tiempos han cambiado, es normal son 20 años mas. En estos 20 años hemos visto como aquellos chavales sin apenas barba, ahora son padres de hijos a los que se les esta inculcando el amor a la Señora, algunos siguen y otros nos hemos quedado en el camino. A aquellos que siguen gracias de corazón por haber mantenido una llama viva e una ilusión, acogiendo en igualdad a todos aquellos que se han ido integrando a través de estos 20 años, y que son sin ninguna duda el presente y el futuro de la misma.
Si algo destaco de ella y desde el año 2001, siendo Hermano Mayor Julián Garrido Piñero es el compromiso contraído con la hermandad, implicándose y trabajando codo a codo con esta, para engrandecer su patrimonio, y por supuesto en la gran familia que esta cuadrilla se ha convertido, bajo el manto de su Reina de San Mateo. Aún, tanto a los distintos capataces como a los hermanos Mayores que han vivido este periodo de tiempo se nos pone los bellos de punta cuando habéis parido a vuestros hijos y hemos recibido esa primera llamada, fuese a la hora que fuese, mi hijo a nacido, apúntalo de hermano, y este solo uno de tantos detalles que te hacen entender que una cuadrilla no solo es Martes Santo, si no que es el vivir intenso y la amistad de su gente los 365 del año.
Es por ello que este 20º aniversario, sirva para homenajear su pasado, presente y su futuro y por supuesto y que nunca se nos olvide a nuestros padres, mujeres e hijos que son en definitiva la trabajadera que nos hace aliviar el peso y convertirnos en lo que hoy somos, en esa gran familia que formamos la cuadrilla de costaleros de Ntra. Sra. de los Dolores
Tooss por iguá valientes y que lo disfrutéis, a este.
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